DESCUBRE TU MEJOR VERSIÓN

Durante mi trayectoria como Psicóloga, trabajando en diferentes areas, he comprobado que para ser feliz no hace falta tener mucha suerte, una genética eminentemente positiva o simplemente ser un "iluminado". Para descubrir tu fórmula de Felicidad y tener una vida con armonía lo único que debes hacer es trabajar en ti mismo, de la misma manera que trabajamos los músculos en el gimnasio poniéndonos objetivos. Con este pequeño gesto pretendo que todas las semanas podamos trabajar esos músculos y reflexionar durante unos minutos sobre temas que influyen en la forma en la que construimos nuestras vidas para alcanzar nuestra mejor versión.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Saca lo mejor de ti

Hay experiencias en la vida que podríamos calificar de no muy positivas. Situaciones en las que a priori vemos que todo lo sucedido es ... un verdadero marrón. A todos nos ha pasado, hasta los más afortunados habéis tenido "marrones". Bien, pues hay personas que tienen la capacidad de ver más allá, de intentar desesperadamente ver el lado positivo de la tragedia; esas personas, son las que logran salir antes y más fortalecidas de estas situaciones, sacan lo mejor de ellas mismas en los peores momentos. No se trata de volver la cabeza al problema o la situación, ya que si no asumes y sientes el impacto que tendrá en todas las áreas de tu vida es imposible que saques lo mejor de ella. Normalmente pasar ese dolor te ayuda a superar el miedo al sufrimiento.

Llegó a mí hace muchos años una historia real maravillosa, con más de 200 años de antigüedad, que nos enseña como situaciones negativas pueden finalmente no serlo tanto.

En Bangkok, a principios de los años 30, se derribó un viejo templo abandonado que contenía una estatua de Buda en estuco dorado. Como era impensable destruir la figura, y a pesar de su mal estado, se decidió trasladarla una pagoda del último barrio de la ciudad.

El Buda estuvo 20 años en el exterior, bajo un simple techo de chapa. Hasta que finalmente se decidió construir un pequeño templo para instalar allí la estatua. Durante los trabajos para moverla, cedió un cable de la grúa y la estatua cayó en el barro. Este mal presagio asustó a todo el mundo. El Buda quedó abandonado en el suelo, después de esto una gran tormenta se desencadenó a lo largo de la noche, anegando la ciudad bajo trombas de agua. Días más tarde, el superior de la pagoda volvió a evaluar los daños, y empezó a quitar los restos de barro de la estatua, observando que el estuco mojado estaba agrietado y dejaba ver el oro macizo del que en realidad estaba hecho el Buda. Esta noticia dio la vuelta a la ciudad, asegurando al templo una fama, una riqueza y un incremento en las visitas nunca más disminuida.

El gran Buda de oro procedía de una pequeña ciudad, se protegió con una capa de yeso para evitar el saqueo de las tropas Birmanas que asediaban la ciudad. Más tarde, transportada a Bangkok, se perdió su recuerdo, permaneciendo sepultada en el olvido durante casi 200 años.

Dime, ¿después de alguna situación verdaderamente dura has descubierto en ti tu versión en oro macizo, esa que está escondida debajo de muchas capas de yeso por miedo?

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